SANDWICH DE COOKIES Y HELADO DE VAINILLA CASERO

Este año me atreví al fin a hacer helado casero. Ya había hecho polos, sorbetes, granizados, incluso alguna tarta helada,  pero siempre pensaba que al no tener heladera, el helado casero no me saldría bien. Es curioso, como me ocurre eso con algunos platos, le cojo miedo o más bien respeto de no hacer o intentar las recetas más tontas, y en cambio con otras más complicadas, me lío la manta a la cabeza y consigo hacerlas. Pues en este caso, decidí estrenarme con un helado, fácil, de vainilla que a todos gusta y a los niños más aún. Para darle un toque distinto y hacerlo más divertido, decidí presentarlo como un sandwich entre dos cookies. Debido a las temperaturas que hacen en Córdoba, las compré ya hechas, lo que sea por no usar el horno!!, aunque no es lo mismo la verdad. Prometo colgar la receta para hacerlas caseras. Esta es una idea, pero también podéis cambiar las galletas y el helado hasta dar con la merienda perfecta para vuestros hijos, o con el bocado que más os apetezca para vosotros mismos, galletas María con helado de chocolate, galletas Digestive con helado de leche merengada o straciatella, o galletas de avena con helado de piña o alguna fruta exótica. Sea como sea, un helado siempre es bienvenido. Os dejo la receta....

200 ml de nata
200 ml de leche
1 vaina de vainilla o 1 cda de esencia de vainilla
3 yemas
120 gr de azúcar
Una pizca de sal

En un cazo mezclamos la leche con la nata, la pizca de sal y raspamos las semillas de la vaina de vainilla o echamos la cucharada de esencia. Dejamos que se caliente sin que llegue a hervir. Retiramos y dejamos que se infusione los lácteos durante 30-40 minutos. Mientras batimos las yemas con el azúcar. Estarán en su punto cuando blanqueen y se conviertan prácticamente en crema. Colaremos la leche e iremos vertiéndola sobre las yemas en un hilo sin dejar de remover. Cuando esté bien mezclado todo, volcamos sobre el cazo en el que previamente habíamos calentado la leche y la nata y la ponemos a fuego medio batiéndola mientras espesa. Estará en su punto cuando al mojar el reverso de una cuchara se quede como una capa adherida que cubra. Será el momento de retirarlo. Volcamos en un recipiente de cristal o metálico y dejamos que se enfríe totalmente. Una vez frío, tapamos y metemos en el congelador unas dos horas. Cuando veamos que empieza a congelarse los laterales del helado en el recipiente, sacamos y batimos con unas varillas para que no cristalice y se ponga cremoso. A cada hora más o menos, se volverá a batir unas dos veces más y ya lo dejaremos congelar hasta que esté congelado del todo  unas 6 horas o toda una noche. Aconsejo prepararlo la tarde anterior a consumirlo y para la tarde siguiente estará listo para comer. Sacad una bola y ponedla entre dos galletas presionando un poco.



Con una espátula retirar los restos que sobresalgan y pasar el canto del sándwich sobre un bol dónde tendremos chips de chocolate o dejarlo así sin más adorno. Está riquísimo y desaparecerán todos los sandwiches que preparéis en minutos.



Otra alternativa de tomar este helado con cookies, es poner varias bolas en un vaso. Rociar con chocolate derretido y cookies trituradas. No me digáis que no es una merienda apetecible. Buen provecho!!


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