PASTEL DE PATATAS Y HUEVO FRITO CON CRESTA DE FUET

Desde 1964, todos los segundos viernes de octubre se celebra el Día Mundial del huevo. Así lo estableció la Comisión Internacional del huevo (Egg Comission) en la II Conferencia sobre el huevo dónde se exaltaban sus propiedades.


El huevo es un producto asequible al que muy pocos alimentos le hacen sombra en cuanto a versatilidad y que puede sofisticarse hasta límites insospechados. Es fuente de proteínas, vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales y ácidos grasos, la más barata e importante después de la leche materna. ¿Quién no ha disfrutado mojado pan en la yema de unos huevos fritos? Y acompañados de patatas, es el mejor plato con diferencia que gusta tanto a niños como mayores. Se disfruta diariamente en la barra de los bares, en la intimidad del hogar y en los mejores restaurantes.
Uno de los templos de la gastronomía que se ha encargado en cuerpo y alma a este plato es Casa Lucio en Madrid en la calle Cava Baja, 35. Su fundador, Lucio Blázquez a sus 84 años es, por derecho, "el rey de los huevos", al menos de los estrellados.


Ha servido en sus mesas a reyes, estrellas de Hollywood y a madrileños por igual. Siempre sin trampa ni cartón, hechos en una cocina de carbón, la sencillez de este plato radica en unas sencillas patatas fritas empapadas con la yema de huevo y ante la que han sucumbido premios nobeles como Severo Ochoa, Kofi Annan o Gabriel García Márquez. Su fórmula, imitada por muchos, ha querido ser exportada a Londres, París o Nueva York, pero Lucio no tiene sucursales. Hace dos años tuve la gran suerte de disfrutar de una cena en Casa Lucio y conocer a este maestro en persona. Un gran hombre, cuya dulzura y atención creo que la traspasa a todos sus platos. Por fácil que pueda parecer hacer unos huevos estrellados, nunca he probado ningunos, como los que hace este señor.


Y si los huevos fritos, estrellados o no, son los reyes en cuanto a la hora de consumir huevo, no se queda atrás la tortilla. La fórmula más popular es la de patatas o española, sobre todo en forma de pincho, sirviéndose miles de raciones al día. Un capricho, con cebolla o sin ella, que generalmente se toma a última hora de la mañana, sacia el apetito y según la maestría de quién la haga, deleita algo más el paladar. Uno de los templos de la tortilla de patatas, lo tenemos en Córdoba, en Casa Santos, calle Magistral González Francés, 3. Es la tortilla más famosa, la que se toma en la cara este de la Mezquita, la tapa estrella del local.


Un plato que surgió por casualidad, cuando su fundador Francisco Santos Serrano, empujado por el hambre, pidió a su mujer que le bajara algo a la taberna para comer. La tortilla causó sensación entre la clientela y allí se quedó para siempre. Ahora, además de alcanzar la fama también quedó semi finalista del campeonato de España en 2009 apareciendo en las guías turísticas y rutas de internet. Con el tiempo, la mítica tortilla fue siendo cada vez más grande y ahora lleva nada menos que 20 huevos y 5 kilos de patatas. Casi ná....


El velador del bar también es histórico, éste más que la tortilla, puesto que se trata del muro de la Mezquita de Córdoba. Los fines de semana, el lleno es absoluto y las tapas y bebidas se sirven en platos y vasos de plástico, para que la clientela pueda degustarlo todo apoyados o sentados sobre el muro de la Mezquita. Un detalle que apenas le importa a los clientes de este bar con medio siglo de vida.


Hoy mi particular homenaje para celebrar este "Día Mundial del Huevo" es un sencillo plato de patatas y huevo frito coronado con una cresta de fuet, que bien podría ser de jamón, lomo, chorizo o incluso una morcilla destripada, lo que más os guste. Aconsejo, comprar una barra de pan bien tierno y acompañar con un tinto de calidad para tener una comida redonda. Os dejo la receta...

Por persona

1 patata
1 huevo
1 rebanada de pan de molde sin corteza
1 trocito de fuet
Aceite de oliva
Sal

1. Con un aro de emplatar cortaremos la base del pastel marcando la rebanada del pan de molde. Lo tostamos y ponemos en el plato con el aro de nuevo.  

2. Calentamos aceite de oliva en una sartén y mientras pelamos y cortamos las patatas en bastones. Salamos y freímos cuando el aceite esté caliente y ponemos dentro del aro sobre el pan. 

3. Freímos el huevo y lo colocamos sobre las patatas.  

4. Troceamos el fuet y salteamos en una sartén sin aceite, para que se haga en la propia grasa que desprenda y quede bien tostado. Sacamos y ponemos encima del huevo, coronando el pastel. ¿No os parece delicioso?




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