MINI CHEESECAKE DE SALMÓN AHUMADO 

Hola amores! Qué gusto cuando llega el fin de semana, ¿verdad? Yo aunque vaya muchas veces al contrario del resto del mundo, hoy y mañana descanso, así que tengo tiempo para hacer muchas cosas que a lo largo de la semana me he ido dejando por hacer. Pero a pesar de ello, también es el momento de descansar, de hacer cosas que nos gustan y disfrutarlas. Algo que hago cuando llega el finde es organizar un aperitivo en casa con mis hijos. Ahora con este calor no podemos disfrutar de la terraza al mediodía, es imposible, pero nos lo montamos dentro. A veces no hace falta tener mucho dinero para disfrutar de las cosas buenas de la vida, ¿no creéis? Por eso, quiero compartiros la receta de esta mini cheesecake para todos aquellos que queráis disfrutar de un aperitivo rico y fácil igual que nosotros.

Está hecha con queso de untar y salmón ahumado, que debido a su precio moderadamente caro, tiende a considerarse un producto gourmet o delicatessen. Sin embargo, la técnica del ahumado surgió hace siglos para preservar los alimentos de microorganismos que mueren con las altas temperaturas.


El término ahumar, se refiere a exponer algún producto al humo que se genera de la quema de distintos tipos de manera. Es un proceso que permite mayor tiempo de conservación a los pescados y a las carnes además de darles un especial sabor bastante agradable para el paladar de muchos.

Generalmente se suele usar madera de haya, una madera robusta de grano fino, pálida que se quema más caliente que otras maderas. Cualquier madera dura y libre de resina como roble, nogal manzano ocerezo es buena para ahumar. Los tipos de madera dan distintos sabores a los productos ahumados.

No se tiene el dato exacto de cuándo comenzó a emplearse a cabo esta técnica pero aseguran los investigadores que debió haber sido en la época de las cavernas donde algún animal recién cazado se colocó en una parte alta de la cueva mientras se prendía una fogata cuyo humo logró que la carne durara más tiempo, además de que cambio su sabor.

 

Existen dos tipos de ahumado, en frío y en caliente. La técnica en frío tiene un efecto similar al curado de los alimentos porque ayuda a preservarlos y el producto no se cuece ya que se ahúma a una muy baja temperatura (entre 10 y 30 grados centígrados) así que los productos permanecen crudos como algunos cortes de vacuno o algunos quesos. Por otro lado, el ahumado en caliente es el proceso de ahumar y cocinar al mismo tiempo a una temperatura de entre 70 y 110 grados centígrados.

Los procesos industriales generalmente se llevan a cabo en cámaras diseñadas para ahumar una cantidad de salmones importante donde los procesos de limpiado del pescado, desescamado o vaciado de vísceras se realizan con máquinas especiales que logran quitar espinas dorsales de miles de peces en poco tiempo y que colocan cientos de filetes para someterlos al proceso de tan especial y ancestral del ahumado.


 Se dice que el verdadero salmón ahumado surge en Escocia, pero en realidad los primeros ahumadores de salmon en el Reino Unido surgieron en Londres, sobre todo en el este de la ciudad, los llamados "Smokehouses". En principio, los ahumadores londineses comenzaron a importar salmón de las áreas bálticas hasta que descubrieron que Escocia cada verano tenía cientos de miles de salmones.

 


Y una vez dicho esto, os cuento la receta, que ya veréis que es muy fácil de realizar:

1. Para la base usé 80 gr de regañás trituradas  mezcladas con 60 gr mantequilla derretida. Podéis usar tambien colines o galletitas saladas, lo que tengáis en casa. 
 
2. Poned un aro pequeño de emplatar sobre el plato y volcad el polvo de las regañás. Aplastad con una cucharita o la base de un vaso pequeño para que quede lo más compacta y lisa posible.
 
3. Aparte, en un bol, mezclamos 250 gr queso de untar, 200 gr ricotta o queso fresco batido del Mercadona, 2 lonchas de salmón picaditas, sal, pimienta y eneldo.
 
4. Con una cuchara ponemos esta mezcla sobre la base de regañás dentro del aro, alisamos y dejamos toda la noche en la nevera o como mínimo 6 horas. 

5. Cuando vayamos a servir, quitamos el aro y cubrimos el cheesecake con el salmón. Podéis espolvorearle más eneldo o cebollino picado si queréis o dejarlo así.

 



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